Vinícola de Villarrobledo surgió tras la fusión en 1997 de otras dos sociedades nacidas en los años 50, actualmente cuenta con más de 300 socios y cerca de 2.500 hectáreas de viñedos de gran calidad, muy antiguos y también en espaldera, de diferentes variedades donde sobresalen airén, en blanco, y tempranillo en tinto. 

Unas modernas instalaciones con los últimos avances en tecnología y un gran equipo de profesionales hacen posible que las calidades de los vinos que se elaboran sean cada vez mejores, con plantaciones que responden a estándares de calidad y con unos socios que se han profesionalizado cada vez más a la hora de controlar el cultivo de la vid. «Hacemos vinos amables, agradables a todos los paladares, equilibrados, frescos y francos, pensados para que los puedan disfrutar todo tipo de público y que además gozan de un amplio palmarés de premios y reconocimientos.» explica Julián García, gerente de la cooperativa, 

 Su marca emblemática es «Don Octavio», elaborado y embotellado bajo la Denominación de Origen Mancha. En su gama de jóvenes se pueden disfrutar de 4 presentaciones en blancos (Airén, Verdejo, Sauvignon Blanc y un coupage de 5 Variedades), un rosado (Tempranillo) y 3 tintos (Tempranillo, Syrah y Cabernet Sauvignon), así como un 6 Meses en Barrica y un Crianza.

El último proyecto y apuesta revolucionaria de la bodega es la elaboración de vinos en formato lata bajo su marca ENCINARES. Esta idea surge de la necesidad de buscar nuevos formatos que acerquen sus vinos al mayor número posible de personas y mercados. Después de casi un año y medio de investigaciones, pruebas y ensayos han conseguido un vino enlatado con una excelente calidad y del que se sienten muy orgullosos.